Cirugía dermatológica de lesiones benignas y malignas

Las lesiones benignas generalmente no son motivo de preocupación. Sin embargo

Estas lesiones pueden cambiar o pueden aparecer nuevas que nos hagan sospechar malignidad.

Independientemente de las características morfológicas de los lunares es importante realizar una evaluación médica con el fin de descartar si se trata de una lesión benigna o tiene características malignas.

Por todo lo anterior, es fundamental que la evaluación sea realizada por un dermatólogo para llegar a un correcto diagnóstico.

El pronóstico de una persona que presenta algún tipo de lesión maligna dependerá de la detección temprana. Especialmente en los casos de melanoma.

El procedimiento de extracción de lesiones se realiza bajo anestesia local, es ambulatorio y no requiere preparación previa.

Se puede intervenir en la totalidad de la superficie cutánea.

Dentro de las lesiones benignas, las más frecuentes son los lunares, quistes sebáceos, lipomas, xantelasmas, papilomas, cicatrices ensanchadas (hipertróficas o queloides) y pequeñas anomalías congénitas que suelen presentarse en orejas, párpados o mamas.

Las lesiones malignas que con más frecuencia se intervienen son: carcinomas basocelulares, carcinomas espinocelulares, melanomas, angiosarcomas, entre otros.

Criocirugía. Uso de nitrógeno líquido para extraer lesiones de la piel.

Cirugía micrográfica de Mohs

La cirugía de Mohs se utiliza para tratar los tipos de cáncer de piel más frecuentes: el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, así como algunas clases de melanoma (lentigo maligno) y otros tipos de cáncer de piel más inusuales. Se extraen capas individuales de tejido canceroso, respetando la piel sana, y se examinan una por una con el microscopio hasta que se ha extirpado todo el tejido canceroso. Esto permite que el cáncer de piel sea eliminado con menos daño para la piel saludable a su alrededor.